LAWFARE. USO DE INSTRUMENTOS JURÍDICOS PARA LA PROMOCIÓN DE LA GUERRA Y LA DESTRUCCIÓN DE UN ENEMIGO. ESTADO DEMOCRATICO Y DERECHO. GARANTÍAS FUNDAMENTALES, INSTITUCIONES JURÍDICAS Y ÓRGANOS DEL ESTADO CON LIMITACIONES DE ACCIÓN CLARAS PARA PROTEGER EL ORDEN CONSTITUCIONAL.
El término “lawfare” consiste en un neologismo –fenómeno gramatical que corresponde a la creación de una palabra o expresión–, a partir de las palabras “Law” (Ley) y “Warfare” (Guerra). La expresión se hizo popular en los Estados Unidos a partir de un artículo publicado en 2001 por un militar llamado Charles Dunlap. En el artículo, el Coronel de las Fuerzas Armadas criticó el uso estratégico del derecho por parte de organismos internacionales de derechos humanos para “combatir” y “deslegitimar” las campañas del ejército estadounidense.
En los últimos años, dadas las inconsistencias políticas que han marcado a Brasil –escándalos de corrupción, juicios políticos y un papel creciente del Poder Judicial en los asuntos gubernamentales– hemos concentrado en nuestro país un nuevo foco de disputas de poder que indican una ilegitimidad de los institutos jurídicos.
En definitiva, el concepto de lawfare se asocia a la instrumentalización del Derecho con el fin de promover la guerra y la destrucción de un enemigo. Las principales definiciones producidas por la comunidad científica giran en torno a estos cuatro elementos:
1. guerra;
2. estrategia;
3. derecho; y
4. enemigo.
En lawfare, estos temas se denominan “dimensiones”, a partir de las cuales estableceremos el conjunto característico de su naturaleza.
El problema del lawfare es alarmante precisamente porque en un Estado Democrático de Derecho no hay enemigos. En un Estado Democrático de Derecho existen garantías fundamentales, institutos jurídicos y órganos estatales con límites claros de acción para tutelar el Orden Constitucional. Los Códigos Penal y Procesal Penal presentan una estructura normativa garante para legitimar el ejercicio de la potestad punitiva del Estado respecto de quienes transgreden la estructura vigente.
Las reglas son claras y de ninguna manera permiten que “todo sea legal”. Hablar de principios constitucionales es hablar de normas que deben ser aplicadas y cuyas interpretaciones –a pesar de estar insertas en diálogos hermenéuticos– no están abiertas a ninguna explicación o aplicación.
fuente del texto – https://www.politize.com.br/o-que-e-lawfare/